domingo, 11 de mayo de 2008

Entre la pintura y la fotografía


En sus comienzos la fotografía pretendía imitar a la pintura. Es debido a ello, que las primeras fotografías atrapaban la esencia de los paisajes como si se tratara de un pintor que dedica su tiempo a copiar la naturaleza.

Esta fotografía es buena muestra de ello. Aunque se trata de un paisaje fotografiado, parece confundirse con una pintura por la armonía de la composición y el equilibrio entre los elementos. La profundidad de campo y el tamaño de los elementos que la componen son otros factores que nos pueden llevar al engaño. Las aguas, en las que no quedan totalmente definidas las sombras, nos sumergen en un mundo idílico.

Si se tratara de una pintura podríamos pensar que se trata de un paraje soñado por el autor de la obra. Pero, tratandose de una fotografía sabemos que ese paraje existe y que parece un bonito lugar para gozar de la tranquilidad que algunos no tienen.

Parece increible que lugares como este se mantengan intactos.

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