Esta fotografía de los campos de trigo crea en nosotros una sensación de inestabilidad, ya que los elementos que aparecen en ella parecen estar sacados de dos fotos diferentes unidas por la mitad. Por un lado aparece el cielo con esa tonalidad azul intenso, cubierto por nubes de algodón que dan la sensación de poder tocarlas con las manos. Por otro tenemos los inmensos campos de trigo.
Los espacios abiertos ofrecen enormes posibilidades para el fotógrafo, ya que estos pueden decidir de qué manera van a componer la imagen sin ningún elemento que les obstaculice. En esta imagen se presenta una composición diagonal guiada por el camino de tonalidades verdosas que aparece en medio de la imagen. Es, sin duda, el elemento vertebrador de la fotografía ya que sus formas sinuosas nos llevan hasta el fondo de la imagen, como si fuera un camino directo hacia el mismo cielo.
La fotografía tiene un tratamiento de la luz muy bueno, además contrastan los colores fríos del cielo con los cálidos de la tierra, sacándole el mayor provecho posible al contraste cromático. De esta forma el azul del cielo contrasta perfectamente con el dorado del campo de trigo. Esta imagen es sencilla pero muy peculiar, digna de ser plasmada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario