En el fotoperiodismo se busca captar el instante, el gesto único, en definitiva estar en el lugar exacto en el momento exacto y no siempre se consigue. En esta ocasión sí se ha conseguido ya que es el ejemplo de cómo el objetivo de una cámara es capaz de captar momentos inolvidables, momentos que de otra manera hubieran pasado al olvido.
El rostro de la niña revela la capacidad para producir dolor que tiene el ser humano, esta niña nos recuerda al cuadro “el grito” de Eduard Munch debido a la expresión de terror y angustia de su rostro. Su desnudez integral y su gesto desgarrador nos muestran que los niños están expuestos a este tipo de guerras sin tener a nadie que les ampare, al fin y al cabo son siempre los más perjudicados.
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